El aburrimiento o la ansiedad, en personas que antes no tenían un problema con el juego, o la dependencia si es que ya habían tenido este problema, pueden conducir a desarrollar ludopatía. No hay que quitar importancia a estos comportamientos ni buscar excusas pensando que será algo temporal. Engancharse no es difícil, lo difícil es dejarlo.
¿Cómo saber si tengo un problema con el juego?
- ¿has jugado algunas veces más dinero del que habías pensado jugar?
- ¿has jugado algunos días cuando previamente ha
- bías decidido no hacerlo?
- ¿Has tenido que mentir alguna vez para ocultar que estuviste jugando?
- ¿Te descubres, a veces, pensando en el jue
- go cuando deberías estar concentrado en otras cosas?
Si te ocurre más de una de estas cosas, o una de ellas se ha repetido en varias ocasiones, probablemente tienes un problema con el juego.
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